Los concesionarios de coches piensan en Ferroflex: las mejores puertas rápidas apilables
El sector de la automoción es uno de los más importantes en la mayoría de sociedades. La venta y alquiler de vehículos, salvo por altibajos concretos, es una constante ya sea porque la persona desea un vehículo nuevo, de ocasión o segunda mano, o porque necesita alquilar un coche de forma puntual para realizar un viaje.
Los concesionarios y los almacenes de coches cuentan con naves industriales y locales amplios para mostrar los vehículos o almacenar los coches antes de ser vendidos. Se trata de espacios que necesitan contar con accesos que permitan el fácil movimiento de los automóviles para llevarlos de un lugar a otro para ponerlos a disposición de la marca y de los clientes.
Las puertas rápidas Ferroflex son de gran ayuda para los concesionarios de coches ya que garantizan una rápida apertura ante el paso de personas y vehículos. Al ser zonas tan grandes, el hecho de que la puerta esté automatizada y se abra y cierre a través de un pulsador garantiza un mejor desarrollo de la jornada laboral en cualquier punto de venta de coches, motos, furgonetas, camiones u otros vehículos.
Una de las mejores soluciones para concesionarios es la puerta rápida apilable. Este producto ha sido diseñado para un uso intensivo en zonas exteriores de edificios que tienen grandes huecos para acceder. Este modelo de puerta posee una gran resistencia a las corrientes de aire y al viento.
Sus posibilidades de personalización hacen que este producto de Ferroflex sea una de las mejores puertas apilables para concesionario. Se puede diseñar para que tenga unas dimensiones de hasta siete metros de ancho por siete metros de alto. Además se puede determinar su velocidad de apertura según las necesidades que tenga el negocio.
Elevar una puerta rápida de forma manual
Su lona posee una resistencia completa frente a desgarro y una tracción conforme a la normativa vigente. Los mecanismos de seguridad de este tipo de acceso alzan la puerta rápida al detectar que bajo el umbral hay un obstáculo, un coche, una mercancía o una persona. Además, presenta la ventaja de poder elevar manualmente la puerta cuando no hay corriente eléctrica por, por ejemplo, un corte de energía imprevisto en el concesionario.
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